¿Te has preguntado alguna vez por qué no existen aún aplicaciones digitales que midan nuestro nivel de risa, sonrisa o buen humor diarios? Yo sí.
Y no me refiero a esas aplicaciones que te cambian de cara y te alargan las pestañas o te ponen nariz de payaso, que lo único que persiguen es crear una base de datos con nuestros rostros e identidades. 
Hoy en día en los móviles y pulseras digitales tenemos de todo.
Los que nos informan de donde está la gasolina cercana más barata, qué tipo de planta o ave es al sacarle una foto, que cantante interpreta una canción solo con grabar unos segundos de la melodía…
Hace unos días, en un programa de televisión presentaban una amplia gama de aplicaciones que nos ayudan a medir nuestro estado de salud.
Las hay que miden la calidad y cantidad del sueño, los pasos andados, el ritmo cardiaco y la cantidad de calorías quemadas, por citar solo algunas de ellas.
Y todo eso está muy bien, si no eres un acuario que te encante la libertad y no sentirte supeditado a las mediciones y estándares establecidos por terceros como yo.
Pero ahora bien, ¿Qué ocurre con medir nuestra salud no solo física sino también mental?, ¿Acaso no es importante que tengamos en cuenta y queramos mejorar nuestra dosis diaria de risas y carcajadas? 
O el problema es que a las grandes organizaciones y mercados no les interesa que nos sintamos felices y contentos porque así no seremos tan vulnerables y fácilmente manipulables.
Por todos es sabido, que las risas aumentan las endorfinas, dopamina, serotonina y adrenalina, mejorando nuestro bienestar físico y mental.
Las endorfinas, incluso, inciden sobre los receptores del dolor en el cerebro y actúan como analgésicos naturales. Descenso de los niveles de la hormona del estrés, el cortisol.
Entonces, ¿Por qué no incentivarnos a reír más en un país donde el consumo de analgésicos y antidepresivos van en aumento cada año y vamos en cabeza entre los países de Europa?
No es que ahora me vaya a volver humorista ni mucho menos, pero en mis talleres de ilustración en collage intento siempre que fluya el buen rollo, la amistad y la diversión.
¿Qué haces tú para promover las risas en tu puesto de trabajo? ¿promueves esta emoción?
¿Puede alguien darme respuesta a mis preguntas?
Estaría encantada en escucharos y leer vuestros comentarios.

Gracias y muchas sonrisas para todos/as.
Loreta Piruleta​​​​​​​
Me encanta colaborar con centros que necesiten desarrollar la creatividad, gestionar las emociones, tengan pasión por la literatura y deseen presentar a los niños/as nuevas formas de expresión y comunicación. 
Si crees que eres uno de ellos, te invito a probar mis talleres. Ponte en contacto conmigo.
¡Sentirse bien está, a un golpe de tijera!

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